Tener los servicios en la red, aplicaciones, servidores, almacenamiento, etc…, ya existía antes de la llegada del Cloud Computing como tal paradigma. Los servidores tradicionales de Hosting ya ofrecían una serie de recursos y servicios disponibles en la red, o la nube.
¿Pero entonces qué es lo que hay de nuevo a parte de este nuevo nombre?
El Cloud Computing es todo lo que había antes pero añadiendo flexibilidad y escalabilidad, entre otras cosas. Aunque los servidores tradicionales también se pueden redimensionar para hacerlos crecer, no tienen la elasticidad de hacerlo en tiempo real, sin impactos de paradas en tiempos de producción ni hacer esto a unos costes mucho más reducidos y ajustados.
Es decir que el poder hacer frente a la demanda de recursos de tus servicios mediante la escalabilidad-reducción inmediata te da una ventaja tecnológica y de negocio que antes era imposible sin gastarte mucho dinero en sobredimensionar los sistemas y otros problemas.
Este gráfico explica la diferencia de escalabilidad tradicional frente a la del Cloud Computing.
